Por estas fechas la mayoría de nosotros nos ponemos objetivos para el nuevo año que comienza: dejar de fumar, ir al gimnasio, aprender inglés, adelgazar, dejar una relación asfixiante, tener un hijo, cambiar de trabajo, dedicar más tiempo a la familia, meditar… ¿Te suena alguno de ellos?
Los propósitos se fijan con ilusión y optimismo, sin embargo, la mayoría se quedan solo en buenos deseos que no sabemos cómo llegar a alcanzar.
¿Cuál es el motivo de esto? Sencillamente no basta con pensar qué nos gustaría hacer en el nuevo año que comienza. Hay que tomarse un tiempo para hacer un ejercicio más profundo. ¿Quieres saber cómo?
No te asustes. No necesitas dedicar muchos días, pero sí regalarte unas horas a ti mism@. Serán las horas mejor invertidas en ti en este nuevo año.
Primero párate a pensar qué es lo que realmente deseas alcanzar en este nuevo año. A continuación, toma una hoja de papel y pon esos objetivos por escrito. Escribiéndolos serás más consciente de lo que estás deseando, dedicarás más tiempo a reflexionar y, lo más importante, te comprometerás con tus objetivos más firmemente.
¿Cómo han de ser los objetivos?
- Específicos.
- Positivos, en los que digas lo que quieres alcanzar, no lo que quieres evitar.
- Retadores y a la vez realistas.
- Medibles.
- Que dependan de ti, no de lo que hagan los demás.
¿Qué necesitas tener en cuenta?
- Analiza qué recursos necesitas (personas o cosas) y con cuáles cuentas.
- Calcula el coste de alcanzar tus objetivos (dinero, tiempo, impacto sobre los que te rodean). Toda ganancia trae también una pérdida y tenerlo claro te ayudará a no tirar la toalla después.
- Haz un plan de acción con micro metas que te ayuden a vencer los obstáculos.
- Pon fechas límite para alcanzar cada micro meta y cada objetivo.
- Haz un plan de seguimiento de tus objetivos con revisiones regulares, y establece cómo vas a medir tus progresos.
- Define qué recompensas te darás a ti mismo cuando los logres y no olvides disfrutar de esos momentos cuando lleguen.
Por último, pon tus objetivos en un lugar visible de tu habitación o tu lugar de trabajo. Sé todo lo creativo que quieras para que no pasen desapercibidos. Tenerlos siempre presentes te hará recordar que un día, a principios de año, te comprometiste contigo mismo y prometiste llevarlos a cabo. Verás las fechas límite y cómo van tus progresos, y sobre todo podrás fijarte en todos los objetivos que vas alcanzando y lograr nuevas fuerzas para no rendirte y continuar con los que aún estén pendientes.
Si sigues estas pistas y te lo propones serás capaz de alcanzar tus objetivos. ¿Qué te impide intentarlo?